domingo, 9 de marzo de 2008

Ramon (sin acento)

Para Ramón
Estuvo apunto de atropellarme en un paso de cebra de la Gran Vía con su vieja camioneta americana azul marino. Transportaba palmeras hacia no sé dónde y refrescaba su garganta con una cerveza mientras iba conduciendo. Frenó de golpe, enseguida bajó de aquella desvalijada camioneta y me preguntó si me encontraba bien. Podríamos decir que casi me obligó a subir en la camioneta, para que fuera al médico y después a tomar unas copas en algún bar de las afueras.
Aquella camioneta, tenía una hermosa y bella radio, pero no se oía, según Ramon, era por culpa de la batería o algo de eso, ya lo miraré. Constantemente miraba hacia atrás, mirando las palmeras, que no se calleran. Mantenía la mirada durante unos segundos que a mi se me hacían minutos y seguía conduciendo. Ramon, debía tenr contacto con los municipales o con los policías locales, porque nos cruzamos con algnuas patrullas y él, les saluda cerveza en mano. Ni siquiera le paraban para multarle.
Al final, acabamos perdidos en un vivero de no sé donde, descargando las palmeras, yo un poco magullado y sin pasar por el médico. Eso se cura con unas copas. Vámonos, me dijo. Y fuimos a caer en un pequeño bar, en el sótano, jugando al póquer porque Ramon, era un tahúr, un tahúr zurdo que había hecho fortuna jugando al póquer. Cuando no era en aquel sótano clandestino, con aires de película en blanco y negro lo hacía sentado en su casa, a traves de Internet.
Abandoné ese sótano al amanecer, dejando atrás la música de los Chunguitos que Ramon no llevaba en la radio de su camioneta. Te espero aquí cuando quieras, me dijo, recuerda que soy tu amigo. Y cerré la puerta del sótano con el as de corazones en la manga. No sé cómo se las apañarían jugando al póquer.

3 comentarios:

ramon palmero dijo...

Muy buena historia tio, cuando quieras nos echamos unas partidas al poker. Un saludo poeta

Anónimo dijo...

y yo???.....yo quiero ser atropellada por ese tiooo!!!jeje
xurumbeli

Anónimo dijo...

Tahur vale, pero zurdo... Hace falta ser cabrón...
Se va ampliando la saga. Felicidades.