viernes, 31 de agosto de 2007

Mi ausencia #6

4 Agosto

Añoro el invierno. Deseo que vuelva para empezar de nuevo.

Necesito escribir sin parar, sin pensar, necesito expresar lo que siente un gusano, lo que piensan los gatos pardos al anochecer, necesito plasmar el llanto del corazón y describir los colores del alma.

Necesita la ilusión, la ilusión de dejar sus ojos en sus pupilas, de ver el mundo a través de ella, de conocer su menarquía, de recordarla con ella.

No sé si me acerco a lo que busco. No sé si la ilusión es lo más sencillo, sin embargo sé, que ilusionarse y desilusionarse es lo más fácil, lo más bonito y duro. Lo más puro.
Porque el alma sólo entiende de dos sentimientos, y los expresa mediante la mirada; la mía la sigues teniendo tú.

viernes, 24 de agosto de 2007

Mi ausencia #5

Sin fecha

Como un fauno atormentado, así escribo yo.
Como un vencejo sin alas, así siento yo.
Como un gato en la noche, así pienso yo.
Como las de una larva, a punto de metamorfosearse en mariposa, así son mis ilusiones.

Anoche tuve un sueño, pero me equivoqué, no era el mío.

jueves, 23 de agosto de 2007

Mi ausencia #4

3 de Agosto

No encuentro lo que busco. Me siento vacío, creo que he empezado una nueva búsqueda hacia lo sencillo, hacia lo simple, hacia lo puro.
Siento el vacío del corazón y una deuda pendiente con el sol.
Quisiera dejar de buscar metáforas, mas mi mundo está lleno de ellas, mi mundo es una de ellas, y no se si la metáfora es una ilusión en el sentido positivo o forma parte de la realidad.
Metáfora y realidad no pueden cohabitar. Realidad e ilusión son dos formas de empeño. Metáfora e ilusión son dos formas de transformarse.
Pero yo quiero lo simple.

Necesito saber el tacto del cielo, esnifarme alguna nube, tachar las estrellas que no te gusten. Necesito sentir el aire en el pico de un vencejo o de una golondrina, e incluso llegaría a ser un ave carroñera de los sentimientos en los inviernos de mi ciudad.

martes, 21 de agosto de 2007

Mi ausencia #3

26 de Julio

Escribo. Escribo para mí, para saber, para encontrar eso que nada a la deriva. Escribo, tal vez, contra mí.
Escribo para odiar mi escritura, escribo para dejar de defenderme escribiendo, escribo para no escribir.

Nueva imagen: mis costillas son la cárcel del colibrí; su única escapatoria es traquea arriba, en forma de voz.

Desperendido de mi cuerpo en el suelo, miro el techo de la habitación y dibujo estrellas con los ojos. Las lágrimas escuecen, pero se quedan en la comisura de las pupilas, en la frontera del alma. No tienen papeles, aún no las he falsificado el pasaporte.

lunes, 20 de agosto de 2007

Mi ausencia #2

25 Julio

La vida se repite y los días son como círculos. Vuelvo, pues, al regazo de mi madre, a ser el capullo de una flor.

Mi estómago lo pueblan larvas que mutan a la altura del corazón.
Me he levantado a las ocho y tengo sueño, el vaivén del Metro me adormece, pero el corazón creo que no ha dormido, el mar sigue alborotado; bonita imagen, sí, cientos de larvas mutadas volando sobre el oleaje del corazón.

En ocasiones, incentivamos que el primer paso lo de la otra persona, para asegurarnos así de nuestros sentimientos. Y el corazón a ritmo de colibrí.

Quiero descubrir las esquinas del mar, quiero pasar una noche en vela, una noche a solas.

Las larvas, como si en mi cuerpo fuera Semana Santa hacen expediciones a mi cabeza y portan el paso de tu imagen.

domingo, 19 de agosto de 2007

Mi ausencia #1

24 Julio 2007

Porque cuando era un feto en el vientre de mi madre era como el capullo de una flor y cuando iba creciendo, el vientre de mamá se abría cual rosa amarilla, y todo era hermoso, y caluroso, y el líquido amniótico era como una piscina de anémonas, era como volar entre un cielo de vencejos, como dormir en un colchón de hierba.

Cuando consiga emocionarme con lo que escriba, cuando encuentre aquello que busco, cuando consiga expropiar una lágrima de mis ojos volveré a escribir para los demás. De momento sólo escribiré para mí. No sé cuánto tiempo durará esto, sólo sé que necesito escribir, que siento la necesidad de fundir en los cuadernos la punta de los bolígrafos.

Me desangro, cual toro de lidia, entre los espacios interpersonales de mi alma y mi cuerpo.

Son varias las cosas que pueblan mi cabeza. Preparo pasaportes falsos con fotos de vasos de agua. Preparo identificaciones falsas, por si algún día vuelvo y no quiero que nadie me conozca.

Las manos. Tus manos. Esas que me diste el otro día. Ligeras, frágiles, fuertes, delicadas. Manos dulces, suaves. Era un placer tener esas manos entre la mía. De sólo pensar en sus manos, el corazón parece un mar con fuerte oleaje, y por mis venas corren los tintes de las amapolas.

"Es por tí que vuelvo a ver todos los colores
que hoy sangran de la luz
Es por tí que vuelvo a ser liberado pájaro
en el cielo azul
Es por tí ninfa de miel que otra vez
los poros
son los ojos de la piel/ son la boca de la piel"
Carlos Chaouen-- Ninfa de miel

Me atormenta y me agrada sentir como y lo que siento.

He estado a un minuto exacto de emocionarme con el vuelo a ras de suelo de un vencejo. De tan hermoso que era, no podría describirlo.
A veces lo más simple es lo más emotivo.

Siento que esto no va por el sendero de las ilusiones. *

*Me equivocaba...

jueves, 16 de agosto de 2007

Mi ausencia

Para Judit
16 de Agosto
Él no está solo, él sabe, que no está solo, sin embargo necesita de la soledad, necesita sentir la soledad para saber que existe, para investigar, para sentir. Pero sabe que no está solo. Él, está rodeado de sillas, de mesas, de uniformes, de bolígrafos, libretas en blanco que casi no utiliza, de coches que muchas veces le atormentan en medio de la ciudad mientras busca el salitre del mar. Está rodeado de pájaros, de gatos, de perros, de insectos que sienten para él, o al menos, eso cree. Está rodeado de personas, de almas, que intenta descubrir, conocer, querer e incluso amar. Pero se redime, y sabe que no está solo, aunque a veces busque la soledad para conocerse, para saberse, para sufrir como sufre una amapola, para metamorfosearse como una nube en el ocaso, para llorar como lo hacen las golondrinas, para vagar por tejados como gato hambriento. Y sabe que no está solo, y piensa que eso es lo peor, el saber que nunca estará solo, que nunca dejará de sentir, que nunca parará de expresar. Y piensa en aquella frase de Machado, "hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora", o se atormenta con aquella otra de Mandhelstam, "asusta pensar que nuestra vida es un relato sin fábula ni héroe", y maquina un plan para asesinar a Eros, o a Cupido, piensa en sus ilusiones, y en su estado, a veces inherte de felicidad, "¿hasta cuándo vamos a seguir creyendo que la felicidad no es más que uno de los juegos de la ilusión?" (Cortázar). Lee, escribe en pequeña libreta de tapa negra, escribe para él mismo, bebe algo, sin llegar a emborracharse, predica por la noche como profeta, mira las estrellas como niño que desea estudiar astronomía, escucha la música que les gusta a él y a su alma, duerme profundamente cuando quiere y recuerda la teoría de algun filósofo que defiende que la vida es esférica, cosa que él, anteriormente, había terminado por aceptar, pero que ahora empieza a discutir, empieza a darse cuenta que no todo son malas experiencias, siempre que hayas sido capaz de amar el alma de alguien, siempre que tengas un paréntesis para analizar con tu alma lo sucedido. Él sabe que no está solo, sin embargo conoce el camino para quedarse a un paso de la soledad y poder sentirse y saberse.