25 Julio
La vida se repite y los días son como círculos. Vuelvo, pues, al regazo de mi madre, a ser el capullo de una flor.
Mi estómago lo pueblan larvas que mutan a la altura del corazón.
Me he levantado a las ocho y tengo sueño, el vaivén del Metro me adormece, pero el corazón creo que no ha dormido, el mar sigue alborotado; bonita imagen, sí, cientos de larvas mutadas volando sobre el oleaje del corazón.
En ocasiones, incentivamos que el primer paso lo de la otra persona, para asegurarnos así de nuestros sentimientos. Y el corazón a ritmo de colibrí.
Quiero descubrir las esquinas del mar, quiero pasar una noche en vela, una noche a solas.
Las larvas, como si en mi cuerpo fuera Semana Santa hacen expediciones a mi cabeza y portan el paso de tu imagen.
lunes, 20 de agosto de 2007
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2 comentarios:
Estupendo como siempre...eres un crack siempre te lo digo...en tus frses noto un aire q me recuerda a un tal Chaouen, ser� q lo veo en todas partes!:P
Pintas imágenes muy bellas. Dentro de tu caracola debe haber mar de fondo, olas de aguas profundas. Me gustaría sumergirme en ellas imitando a Alfonsina Storni.
Cálido abrazo.
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