jueves, 5 de junio de 2008

Escribo. Sí.

Escribo en el ardor de los días y me pregunto ¿por qué escribo? No lo sé. Es una confluencia de letras, de pensamientos. En ocasiones escribo sin pensar, me siento, me dejo llevar por la palabras y pienso que por mis venas no corre sangre, sino que pasean letras, palabras, frases, y por mis dedos, por mis manos, me desangro cada vez que escribo. Y hay otras veces que es mi sentimiento, mi sentir, mi alma la que escribe y le entrego mis manos en bandeja de cartón, para que pueda expresarse.
Me desangro en cada texto, y me renuevo de ideas. En ocasiones vierto una sangría de letras pesimistas, que añoran cualquier tiempo pasado, que se resecan en el papel. (Quizá, cada papel sea un día, y cuando cojes un papel en blanco y empiezas a escribir, escribes sobre ese día, sobre el día que en sí, es el papel). Pero luego están esos días en que mi sangre, no es sangre, ni es letra, es sentimiento, es alma, y me desprendo de mí, de mis manos, dejo de ser yo para ser mi alma, y en una extraña quimera, escribo sobre lo que siento.
Aún así, en esas extrañas horas del día o de la noche, en que todo o casi todo parece carecer de sentido, me vuelvo a preguntar ¿por qué escribo? y sólo me consuela pensar que los vencejos de mi barrio tienen comida, que los árboles siguen creciendo, que la poesía ha muerto, que no me importa desangrarme una vez más por mi alma, por mi sentimiento, que esta noche, me despertaré para verme durmiendo y me cortaré las manos, para que la sangría de letras fluya más natural, y escriba un tratado de tu cuerpo en las sábanas de mi cama.
Sigo preguntándome ¿por qué escribo?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por mis venas corre música. De muchos colores, sabores y tonalidades. Tocada con guitarra, batería, zanfona, wistle... tocada... o no. Pero música al fin y al cabo. Y si. Yo también escribo cuando me aburro. Lo llamo "escriboterapia". Algunos no pueden recurrir a ella porque no saben ni escribir ni sentir.
Genial, genio.
Abrazos.

Anónimo dijo...

Tengo un jardin lleno de manos de... de todo aquello que no se puedes comprar, allí donde acaba el arcoiris lo puedes encontrar.
Escribir, una retrospeccción a tu interior para contar lo que vive en su interior.

Judit dijo...

No lo sabesmo...pero sigue escribiendo!