lunes, 7 de mayo de 2007

De cuando tiembla mi alma

A veces, oigo temblar mi alma y no me queda más que mirarte lentamente, despistadamente, con miedo, en alerta para retirar mi mirada cuando gires tus ojos y empieces a partir mi corazón en lonchas, cual charcutera del amor, rompedora de corazones, guadaña de cupido. A veces, oigo morir una golondrina en las manos de mi alma, y sólo deseo lavarla de sangre en tu pubis, echarla al monte de tus pechos, enterrarla bajo tus pies. A veces, oigo follar mi alma con el viento y quisiera que estuvieras conmigo para ver ese dulce espectáculo, ese susurro del viento en mi alma, ese latido doloroso de un corazón en lonchas, esas ganas de querer que humedezcas los restos secos de mis pasiones. A veces oigo correr mi alma delante de mis recuerdos, como persiguiendo vencejos, y quisiera que fueras tú para poder pisar tus pisadas, para intentar borrar tus pies con mi lengua, y que tus huellas sólo atraparan mi boa. A veces, sólo a veces, deja de temblar, deja de follar, deja de correr mi alma, y entonces es cuando exclamo ¡Estoy hasta los cojones del alma!, porque una golondrina ha vuelto a morir en sus manos y no he podido lavar mis manos de sangre en tu pubis, ni poner como excusa eso de enterrarla bajo tus pies por besarte, por ver de cerca las humedades de tu bosque.

5 comentarios:

Judit dijo...

Ioncreible...te has superado de una manera sobrenatural...me has dejado sin palabras!
un beso

Lince dijo...

JODER!!!
a mi me has dejado sin palabras, pero me salen tacos :$
maravilloso,
precioso,
gracias por escribir tan lindo :')

Alice ya no vive aquí dijo...

Es precioso, precioso, precioso...

Anónimo dijo...

Cada dia me recuerdas mas a alguien y no se a quien...
Genial, figura. Un abrazo mio y uno de Luna (que te echa de menos).

luna ortola dijo...

cada vez mas fuerte,a eso se le llama crecer, llegar sin miedo al siguiente escalón, sigue creciendo nos haras un favor a todos