viernes, 29 de junio de 2007

Diálogos de café y otros lugares (II)

Para Gemma
-¿Por qué escribes?
-No lo sé, la verdad.
-¿Buscas algo cuando escribes?
-Busco la forma, las palabras. Sucede que me interesa más la forma que el fondo. Aquello que se cuente me resulta secundario.
-Curioso.
-Raro, diría yo. La gente ya no se interesa por el idioma.
-Eso me pasa a mí cuando escribo. Soy muy directa, no busco sinónimos ni nada. Digo las cosas como son.
-Eso hay que saber hacerlo.
-No es muy difícil.
-Tienes que conocer tu idioma.
-Tal vez, pero lo que haces tú, tu forma de escribir, debe de ser más complicada.
-Como todo. Cuando te acostumbras a una forma, o a un tipo de rutina, la cabeza funciona sola.
-Supongo. Pero, ¿por qué escribes?
-Lo mismo te pregunto.
-Para desahogarme.
-Alguien dijo que el dibujo es el alma de la pintura. Tal vez yo escriba para buscar el alma de la escritura, que quizá sea mi alma.
-Escribes para encontrate.
-O para encontrar a los demás.

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