lunes, 2 de julio de 2007

Bukowski ha muerto

"Mientras ella se baña silenciosa en la
otra habitación"
Bukowski. (La tigresa)

Hoy hablaré de mí porque anoche estuve drogándome con Bukowski y escribimos versos malditos en botellas de alcohol hasta que al final, él no supo dónde apoyar su boli y cerró los ojos... Bukowski había muerto. Y yo queriendo ser domador de mariposas, contador de pistilos de amapolas, derretidor de hielos, enterrador de escarabajos. Pero Bukowski ha muerto y yo seguía queriendo ser neurona en tu corazón, mirilla en la puerta, el ojo de una araña, alcohol en tus venas o burbuja en un vaso de "Casera". Y Bukowski ya muerto, gorro de lana, cabalgaba a lomos del caballo ganador por delante de la ventana de mi pensión. Nunca apostaré por ese caballo. Y yo, deseando ser vendedor de periódicos en la Luna, profeta de la nada en Marte, timbre de la puerta. Queriéndome creer Peter Pan, Ovidio, Platón, Julio César o el escarabajo de Kafka. Sonó el timbre de mi habitación, era Alicia. No abrí la puerta, "Esto no es el país de las maravillas. ¡Lárgate!".
Derramado en la cama, con un libro de Bukowski en la mesilla, deseo ser un gato "mientras ella se baña silenciosa en la otra habitación".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dejé de beber el día que Bukowski murió...