Pues nada, un par de versos más. Creo que se trata de un poema infinito, como el presente contínuo infinito.
Mientras, nuestros párpados, cual mariposas de una extraña raza, copulan a distancia al ritmo de las flores o de los sueños, al compás del perfume del sexo.
Has de saber que alimento mi corazón con gotas de tus labios, y que lo voy disfrazando de un color azul.
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4 comentarios:
Al final me vas a poner a cien primero alcoholico y ahra cachondo. Un saludo poeta.
la verdad sea dicha,sergio dime quien es la culpable de que tengas esos sentimientos!!!jajaja
te quiero pekeño ladronzuelo!!
Yo tambien cazaba mariposas cuando era pequeño... AYYYYY!!!!!!!
Lo siento. Amenazaba con empezar otra crisis.Tendré que comprar otra sartén...
Lametazos
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