martes, 29 de abril de 2008

La angustia de un crimen

Alguna vez lo conté aquí, cuando niño, maté una hormiga, y vivo con el miedo de que algún día vengan a detenerme por ese crimen.
Cuando viajamos Al y yo en el Neon musicalizado y nos para la Guardia Civil, para ver si de una vez por todas Al da positivo tras consumir tanta cerveza sin, a mí me tiemblan las piernas, me entra el temor en el pecho ante la duda de que pueda llegar a ser detenido por ese inocente crimen de cuando era niño. La música de Suburbano, se apacigua ante la presencia de los agentes. Como si viniera de otro coche, se oye, "Me cago en su excelencia". Yo, temeroso, mantengo la vista al frente, e intento centrarme en lo único que me puede tranquilizar, aquella chica en aquella habitación de hotel, aquel baño que se dio.
-Pueden circular.

1 comentario:

ramon palmero dijo...

pues yo mate un hormiguero entero, tapando el agujero. Un saludo poeta.