viernes, 1 de junio de 2007

Siento

Siento el temblor de córnea de una mariposa. Siento el galopar de un escarabajo en alguna parte del mundo, el rugir de una ola en un charco de la calle. Siento la ingravidez de la luna en la persiana, la rotación de la sangre en mi cuerpo. Siento el dolor del viento al cortarse con las hojas y otoños tempranos en tu pelo. Siento veranos infernales en tus labios, primaveras dulces en tus pechos, inviernos hermosos en tus ojos.

Siento aquella extraña sensación de paredes rosas o blancas, atrapado dulcemente en el vientre de mi madre, encerrado con mimo, balanceado en una enorme redondez, en una preñez que parecía la cabeza de un pez (siento el agua del mar en las escamas de un pez). Siento aquella extraña sensación del útero de mi madre.

2 comentarios:

Judit dijo...

Sentimos demasiado...

Anónimo dijo...

Apasionante, es una gozada leer lo que escribes, y creéme cuando te digo que eres una de las primeras personas a las que se lo digo.- Sigue por esa senda porque llegarás a ser muy grande, aunque me consta que tu objetivo no es la fama, sino el escribir. Seguramente, eso es lo que te hace especial. Enhorabuena.