Hay gatos hambrientos velando mi muerte
en horas puntas de la madrugada.
Hay conejos muertos en la carretera
Y perros ladrando aullando.
Y perros ladrando aullando.
Mientras, te dejo un beso en la almohada
para cuando vuelvas para dormir.
Tus piernas de gata en los ojos de un vencejo cuya únca verdad es su vuelo rasante y contra el viento.
1 comentario:
Que lindo. Tus letras suenan en mi cabeza acompañadas de la melodía perfecta. Tienen musicalidad.
Siempre encuentro la almohada vacía. ¿ Prestas besos?.
Un abrazo.
P.D.: ¿ Eres igual de desordenado que tu escritura?.
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