martes, 29 de abril de 2008

Instrucciones de uso de los ojos.

Primeramente
hemos de conocer los movimientos básicos de los ojos.
Estos son:
-Parpadear: cubrir el mismo ojo con el párpado.
-Movimientos laterales: hacia derecha e izquierda.
-Movimientos verticales: hacia arriba y hacia abajo.

Posteriormente,
deberemos conocer las partes básicas del ojo.
Estas son:
-Iris, córnea, cristalino, retina...
(Para un análisis básico del ojo, estas son suficientes)

Por último,
tendremos que asimilar las funciones del ojo.
La básica, y para algunos la única, es mirar.
Mirar con sencillez,
mirar con forma analítica
mirar con ausencia de mirada
mirar con odio
mirar con recelo
mirar con envidia...

Pero esto sólo supone un uso básico de los ojos.
Luego está:
Querer con la mirada,
enamorar con la mirada,
amar con la mirada,
-Me encantan tus ojos- me dijiste
Destinataria:
Fulanita de tal, calle tal, número tal.

Escribo ahora a tientas,
-perdonen las faltas de hortografía-
escribo aora a tientas
porque me he arrancado los ojos para tí
y a tientas, ando por la calle
para ver tu cara de alegría.

Los ojos también se regalan. Abre la carta, amor.
"Aquí tienes los míos.
un veso.
Disculpa las faltas de ortografía. Atientas escrivo".

La angustia de un crimen

Alguna vez lo conté aquí, cuando niño, maté una hormiga, y vivo con el miedo de que algún día vengan a detenerme por ese crimen.
Cuando viajamos Al y yo en el Neon musicalizado y nos para la Guardia Civil, para ver si de una vez por todas Al da positivo tras consumir tanta cerveza sin, a mí me tiemblan las piernas, me entra el temor en el pecho ante la duda de que pueda llegar a ser detenido por ese inocente crimen de cuando era niño. La música de Suburbano, se apacigua ante la presencia de los agentes. Como si viniera de otro coche, se oye, "Me cago en su excelencia". Yo, temeroso, mantengo la vista al frente, e intento centrarme en lo único que me puede tranquilizar, aquella chica en aquella habitación de hotel, aquel baño que se dio.
-Pueden circular.

lunes, 14 de abril de 2008

Retiro

Perteneciente o relativo al verbo retirar. Retirarse momentáneamente.
¿Y si no vuelvo a escribir aquí? Quizá se tome como una crisis, lo miréis como que ya se me ha acabado la imaginación o se me ha ido la inspiración, pero no, no tengo imaginación ni creo en la inspiración, escribo de sentimiento, y de sentimientos vivo. El motivo del retiro, es la búsqueda de una nueva forma, de una paso más en ese estilo de expresar.
Quizá no vuelva, eso significará que mi escritura ha llegado a lo máximo, que sigo expresando pero esta vez de la manera que más me gustaría, con el cuerpo, con la cara, con miradas, con caricias, a fin de cuentas, las palabras sólo sirven para despurificar, o tal vez, darle otro matiz de purificación a ese sentimiento, pero lo puro, lo real, lo único, nace del cuerpo para el cuerpo, una mirada, para otro cuerpo, una caricia, para otro cuerpo, un beso para otro cuerpo, el sentimiento, a fin de cuentas, para otro cuerpo.
Mi proceso es inverso. Los niños, empiezan con la expresividad motora, expresan lo que quieren, sus miedos, sus pasiones, su amores, con lágrimas, con abrazos, necesitan dar caricias y recibirlas. Mi proceso es ese, y el objetivo final quizá sea juntarlos los dos, y hablar de mi cuerpo como si lo hiciera del otro, del que más cerca he tenido, del que me ha hecho sentirme uno, cuando éramos dos. Hablar con mi cuerpo como si lo hiciera cuando escribo. Por eso me marcho de aquí, para aprender a hablar con el cuerpo, con las caricias, con la mirada, con la sonrisa, con las cejas, con las manos, con la espalda, con el pecho. Seguiré escribiendo, pero sólo para ella; para ella y sobre mí.
Quizá no vuelva, repito, entonces habré descubierto que el idioma del cuerpo es más hermoso y puro que el de las palabras.

Por cierto, una definición para mi diccionario:
Retiro: con mayúscula. Hermoso parque donde nos retiramos para empezar a ser uno. Comenzaba el otoño, y ya mi cuerpo comenzaba a sentir. Un comienzo, sin final.

martes, 8 de abril de 2008

Aquella chica (II)

Volví a la mañana siguiente.
-Pensé que ibas a tardar más en volver.
-Yo creo que he tardado demasiado.
-¿Vienes por tu libreta?
-No, vengo por ti.
Y terminó de abrir la puerta de la habitación 69, para terminar de recibirme con la única ropa de su piel, envuelta por un edredón blanco de plumas.
-¿Tomas algo?
-Un gin-tonic.
-Un desayuno fuerte, chico.
Y mostrando su espalda, prepara la bebida en el mini-bar.
-¿Y esas ojeras?
-No he dormido en toda la noche.
-¿Qué habrás estado haciendo? Seguramente dando vueltas por la ciudad en ese viejo y trastabillado Chevrolet azul cielo tuyo.
-He estado pensando en tí.
A los pies de la cama, unas botas negras, en la misma posición que el día anterior. En el baño, quizá, el mismo vaho. En la mesilla, una cajetilla de tabaco rubio y un cenicero con un par de cigarrillos. Suena en la habitación, alguna canción de Ismael Serrano.
-¿Puedo darme una ducha?
-Todo tuyo el baño.
Y fui hacia allí, y me desnudé mientras ella me observaba desde la puerta. Luego, ella, dejó caer el edredón al suelo, y desnuda, se duchó conmigo, y allí, bajo el agua de la ducha recorrimos nuestros cuerpos con nuestras manos, como si fueran esponjas.
En la mesilla, la libreta negra, en la misma posición que el día anterior, con alguna ceniza del cigarrillo en la tapa.
-He de marcharme.
-Oye, chico, ¿tu nombre?
-Puedes llamarme J.B. ¿El tuyo?
Y me besó, eternamente. Me besó.

lunes, 7 de abril de 2008

"No morirá el sol, no. ..."

No morirá el sol, no. No desfallecerá la luna tampoco. (Tengo los pies fríos, húmedos por la lluvia). Podrán esconderse los pájaros en estos días, mas vivirán las flores, reverdecerán los árboles, naceran estirpes de savia nueva. No morirá el sol, padre de todas las nubes, que se derrumbarán sobre la tierra en forma de agua. No desfallecerá la luna tampoco, ocultándonos tras su espalda de todos, en noches de estrellas palpitantes al ritmo de nuestros corazones y con el aire justo para llenar nuestros pechos. Tengo los pies fríos, húmedos por la lluvia, que crea ríos en las carreteras, que crea mares en las primaveras, y que cruzamos en una góndola de luna en cuarto creciente. No desfallecerá el sol, no. No morirá la luna tampoco. Terminarán de caer las nubes, y en una orgía de sentimientos, de germinaciones, de estirpes, en un desenfreno de vida, a nuestra góndola se unirán pájaros como resucitados, la savia nueva de las flores, naceran insectos y estrellas nuevas. No desfallacerá el sol, no. No morirá la luna tampoco. Y como un imperio iremos abarcándolo todo.